Paso clave y casi definitivo -a falta de que la Junta dé su visto bueno a la transmisión de los derechos mineros- para reabrir la mina de Riotinto. Emed Mining, la multinacional minera que cotiza en Londres y Toronto y que pugna por poner en marcha el proyecto, ha anunciado un acuerdo con Rumbo 5.0, la empresa controlada por un empresario andaluz del PSOE y que poseía dos tercios de las balsas mineras de la explotación, para adquirir esos terrenos por 10 millones de euros. Emed controla el tercio restante de unas zonas que se corresponden con las balsas de residuos mineros imprescindibles para poner en marcha el yacimiento. Este acuerdo debe de calmar las aguas entre las facciones del PSOE andaluz enfrentadas en torno a Riotinto -una vez que el dinero comienza a correr- y favorecer que la Junta apruebe el traspaso de derechos una vez 'pacificado' el asunto dentro del partido.
Ese importe es sustancialmente menor que los 60 millones que llegó a exigir el grupo empresarial de Severiano López, y tras el cual se encontraba moviendo hilos en la sombra el expropietario de Minas de Riotinto, Carlos Estévez. A su vez, Rumbo y Zeitung -otra sociedad tapadera controlada por las dos personas citadas- habían adquirido esos terrenos en la caótica subasta de los mismos llevada a cabo en una notaría de Sevilla en 2004, tres años después de la clausura y cuando nadie imaginaba que Riotinto podría reabrir. Lo hicieron por menos de tres millones.
Emed, que ya aseguró el mes pasado que había retomado las negociaciones con Rumbo y que se inclinaba por tratar de llegar a un acuerdo en lugar de solicitar la expropiación, como amenazó a principios de año, abonará esos 10 millones en varias fases. Un millón se ha abonado en efectivo en la firma del acuerdo de venta; otros 3,5 millones se abonarán también en efectivo una vez cerrado definitivamente el acuerdo no más tarde del 28 de septiembre.
Los 5,5 millones restantes se entregarán en acciones de Emed Mining a Rumbo -que tendrá así el 4 por ciento de Emed-, que no podrá venderlas hasta que Emed no haya recibido todos los permisos para explotar la mina; o bien hasta dos años después del cierre de la venta de las balsas; o hasta que Emed Mining ponga en venta la mina o los terrenos de la misma a futuro. Esta última opción refuerza la teoría que circula en la cuenca minera sobre que el verdadero plan de Emed es lograr la reapertura y luego vender el proyecto para rentabilizar por fin los siete años de tramitación en los que lleva enfrascada.
Financiación del pacto
Paralelamente, Emed ha comunicado a la Bolsa de Londres que la compañía china XGC, a través de una filial, va a invertir cinco millones de dólares en la compra de acciones de la empresa. Esta cantidad servirá para respaldar el pago en efectivo derivado del acuerdo de venta a Rumbo. Como contrapartida a este respaldo financiero, Emed ha renegociado al alza el acuerdo ya vigente de venta de cobre a esta empresa refinadora china para que sea esta firma la que procese el 30 por ciento del mineral de cobre que se extraiga durante los diez primeros años de vida comercial de la mina, y no el 25 inicialmente pactado. XGC ya se comprometió a comprar el 10 por ciento de Emed bajo el acuerdo inicial de febrero pasado.Adicionalmente al acuerdo, Emed se compromete a pagar un canon anual a Rumbo de un máximo de un millón de euros en función de que el precio del cobre en el mercado mundial, o bien de que el precio de venta concreto que logre Emed, superen un determinado umbral.
Por último, Emed y Rumbo crean una empresa al 50 por ciento, que estará operada por Emed, para identificar y, eventualmente, explotar los restos de metales que puedan contener las balsas mineras objeto de la venta. La explotación del yacimiento tendrá prioridad sobre la de los resto de las balsas, precisa la comunicación enviada por Emed.
eleconomista.es