La minera de 16 años Ana Ríos Perea recibe una silla eléctrica gracias al esfuerzo y a la generosidad de vecinos de Minas de Riotinto y de la provincia onubense
Los sueños se hacen realidad, al menos, para Ana Ríos Perea, una joven natural y vecina de Minas de Riotinto de 16 años de edad que ha recibido recientemente una silla eléctrica para poder desplazarse de un sitio a otro gracias a la generosidad de la gente.
Todo empezó cuando la profesora de su colegio Instituto de Enseñanza Secundaria Cuenca Minera, Cinta Triano, se percató de que la niña pasaba dificultades para ir a distintas aulas de su curso de ESO o bien al recreo y tenía que ser ayudada siempre por algunos voluntarios ya que ella no tenía la suficiente fuerza en sus brazos para hacer avanzar su silla de ruedas en varios metros. Del mismo modo, Triano se conmovivía al ver a su madre que la traía y recogía diariamente en coche al centro con la penosidad de sacarla o introducirla en el vehículo en condiciones climatológicas adversas.
Ana es la primogénita de dos hermanos y desde su nacimiento padece la espina bífida. La falta de unión de algunos huesos del arco vertebral de la columna le ha llevado a someterse a varias intervenciones quirúrgicas, transfiriéndole huesos de unas partes de su cuerpo a las vértebras para tratar de tener una mejor calidad de vida. No obstante, y pese a permitirle estar más recta, no ha sido suficiente para caminar varios metros de manera que ahora mismo depende de una silla de ruedas.
La profesorá planteó su proyecto de ayuda a Ana al resto del profesorado y a su director e informaron a los alumnos y alumnas de su clase. Todos se concienciaron con el problema, formaron una comisión voluntaria y se pusieron a trabajar inmediatamente bajo el lema ¡Destapa la Felicidad! en la recogida de tapones para reciclaje, informando de ello a Ana y sus padres.
Los alumnos comisionados eran de cada uno de los pueblos de toda la cuenca minera, quienes se encargaron de trasladar la reciente campaña a los centros educativos de Primaria e institutos de sus respectivos pueblos y de organizar la distribución. Un transportista solidario se responsabilizó de recoger las bolsas con tapones durante los fines de semana y depositarlas en un local cedido por el Ayuntamiento de Minas de Riotinto. Allí se metieron en unos grandes sacos de plástico falicitados por una fábrica local, que podían contener unos 300 kilos de tapones.
Centros escolares de la Sierra de Huelva, Beas y Huelva se anexionaron a la campaña y contribuyeron con bastante material. En tan solo cuatro meses consiguieron tener 16 sacos llenos que se llevaron a fábricas para su reciclaje. El importe económico recibido con su venta más la recepción de donativos de numerosas personas y la recaudación conseguida en actuaciones musicales benéficas dio como resultado el importe que necesitaban para una moderna silla eléctrica con ruedas que adquirieron en una ortopedia sevillana.
La joven se había sentido muy importante durante la campaña, escribiendo y contactando en su página web Ana destapa la felicidad, donde decía: "Estoy segura que cada granito de arena hará crecer la montaña que me permita conseguir mi reto y acercar mi vida a la normalidad". Además, se desplazó a varios centros escolares, donde tuvo muy buena acogida y explicó su programa.
El día de la entrega, Ana y sus padres rebosaban de felicidad. En el acto los alumnos quisieron agasajarla con actuaciones musicales. Ese día Ana emanaba alegría, no sabía como expresarla, su madre con emoción tuvo unas bonitas palabras de agradecimiento para todos aquellos que han colaborado en llevarle a su hija este regalo.
Esta campaña ha servido de ejemplo para que una familia de Cala, que también necesita otra silla eléctrica para una de sus mellizas, se pongan en marcha en el propósito de conseguir una y hacer así más fácil la vida a su pequeña.
Rafael Cortés
Huelva Información