jueves, 31 de diciembre de 2009

El libro del mes de Diciembre de 2009

" Un niño mira sombras en la pared. Ignora
aún qué es sombra. Está
en los brazos de su padre -acaso
sepa que es su padre."
(Un niño mira sombras, fragmento)

Tras once años sin publicar poesía, Juan Cobos Wilkins nos ofrece la posibilidad de disfrutar de ella con la publicación de su libro Biografía impura, un poemario donde el autor hace un recorrido a lo largo de su vida, pero no como una secuencia de escenas o experiencias anecdóticas, sino como una inmersión profunda hacia aquello que se mantiene constante e intacto y que alimenta su profunda pasión y su profeso amor por la literatura y la poesía. Es un ejercicio de transparencia, de desnudez, un recorrido lírico-narrativo en forma de metamorfosis "salpicada de vida y asombro".

El libro está definido en diferentes etapas, coincidentes con las propias que dicta la naturaleza del hombre: la niñez ("Un niño aprende pronto,/demasiado pronto,/que un adjetivo puede/de golpe y para siempre cercenar la niñez"); la adolescencia (Cierra un adolescente/la cremallera sensual de la pureza. Y se abraza./Temblando se abraza a la almohada"); la juventud ("Porque hoy decidirás/-quemándote los labios- beber/muy fuerte y sin azúcar/ y solo, tu destino); y finalmente la madurez del poeta ("Un poeta no debe en primavera/cruzar solo la tarde de los parques").

El autor compara al poeta con un funambulista que camina descalzo y con los ojos abiertos en la planta de los pies, por un altísimo cable tendido en el vacío. Y en las manos una pértiga, cuyos extremos son la armonía y la pasión. El hombre ante la pureza del vértigo y ante la impureza del mundo, porque la vida está hecha "del barro de los sueños y del insomnio que manchan y salpican".

Juan Cobos Wilkins, quien maneja la narrativa como la poesía, y viceversa, sin cerrarse a ninguno de los géneros, nos demuestra con este libro que a la biografía también se llega a través de la poesía.

Juan Cobos Wilkins nació en 1957 en la localidad de Minas de Riotinto (Huelva). Es licenciado en Ciencias de la Información por la facultad de Ciencias de la Información de Madrid. Fue el creador de la Fundación Juan Ramón Jiménez y también director de la Casa-Museo del poeta en Moguer, los cuales dejó en 1995 para dedicarse plenamente a la literatura, cambiando su residencia a Madrid. Es crítico de El País, en su suplemento cultural Babelia, y de la revista Turia. Además dirige la revista de literatura y arte "Con dados de niebla", y la "Colección de poesía Juan Ramón Jiménez". Fue corresponsal en Andalucía de la revista El Público y escribió guiones radiofónicos para programas de la Cadena Ser y Radio Nacional de España, como "El loco de la colina". Este escritor polifacético, ha publicado poesía, teatro y prosa. Ha sido traducido a diversos idiomas y ha sido incluido en numerosas antologías y estudios de literatura española contemporánea. En el año 2007 el director onubense Antonio Cuadri adaptó para el cine su obra El corazón de la tierra. Ese mismo año fue nombrado Hijo Predilecto de su localidad.

Apolo y Baco

viernes, 11 de diciembre de 2009

Biografía impura

10.12.2009

Les aseguro que de vez en cuando necesito leer poesía. Es como un acto de purificación, como una ablución favorecedora, como un nirvana reparador y expiatorio, que me alivia de otras lecturas indeseables y de tanta abominación circundante. Sean Keats, William Blake -que me fascina apasionadamente- o cualquier otro de los múltiples paraísos artificiales, atrayentes y seductores, Charles Buadelaire -sus Flores del mal-, Juan Ramón, García Lorca, Miguel Hernández -pronto 100 años- o lo que ustedes quieran, son irrenunciable y placentera vivencia que me redime y me estimula.

Por eso agradezco que en estos días, por unas y otras razones de entrañables encuentros, de emociones sinceras y amistosas, Juan Cobos Wilkins me haya hecho presente un regalo impagable que agradezco fervorosamente. Su último libro Biografía impura, un poemario que nos devuelve al autor de sus inolvidables Espejo de príncipes rebeldes (1989), Diario de un poeta tarteso (1990), Llama de clausura (1997), Escritura y paraíso (1998).

Once años después -¡al fin!- recobramos al poeta que en realidad nunca perdimos porque en su ánimo creativo jamás se apaga su llama poética que trasciende en su literatura, en sus novelas, en todos sus escritos, en su verbo transido de esa lírica deslumbrante de la inspiración y el ingenio "de la yema de su dedo que intenta/ bordar su propia huella/ de tanta maravilla".

Biografía impura, porque toda interpretación de la propia historia es compendio de virtudes y debilidades, luces y sombras, castidades e impudores… En suma y como Juan Cobos Wilkins me escribe en su amable dedicatoria: "El vértigo de estos poemas entre pasión y armonía". Un difícil equilibrio como el funámbulo que ilustra bellamente la portada del libro, en cuyos extremos de la pértiga que empuña y estabiliza su esfuerzo, el poeta sitúa un telescopio y un microscopio para ver en su justa dimensión las cosas que le rodean.

Este libro, editado por la Fundación José Manuel Lara, en su colección Vandalia, en la que figuran los nombres más prestigiosos de la poesía actual, es todo un feliz reencuentro, un hallazgo dichoso que nos lleva de la infancia -"Desde la nana que lo mece, lo acuna, / buscándole su sueño, mira el niño"-, la adolescencia -"Un adolescente es metáfora de todo / lo visible e invisible". / -hasta el joven - "un joven descubre el silencioso amor de los objetos/ olvidados que esperan"-. Y al fin el poeta, el poeta siempre, en cada momento de su numen creativo, en su inconmensurable capacidad de nigromante del verbo, alquimista prodigioso de la palabra: "Y quien turbado. Ahí yace / por amor, / sobre la colcha de boda de sus padres, recuerda, por amor, que es poeta, / olvida, por amor, que es mortal".

Así es Biografía impura un libro del poeta que queremos y admiramos: "Un poeta es un funambulista / y descalzo y con ojos / abiertos en la planta del pie camina / por el más alto cable tensado en el vacío".

Vicente Quiroga
Huelva Información

domingo, 6 de diciembre de 2009

Juan Cobos Wilkins

04/12/2009

Juan es un gran poeta. Lo conocí primero como poeta y luego lo he conocido como amigo. Es un buen amigo. Es una persona excepcional, como si recogiera de su propia escritura cualidades para su espíritu, mientras que otros tienen que rebuscar en su alma algo que llevar a lo que escriben. Si tenéis ocasión de asistir a alguna lectura o conferencia suya, os alegraréis de escucharle. Es divertido, inteligente, claro y profundo. Y se entrega completamente, tanto para explicar algo importante como para dar la dirección de una calle, da la impresión de que Ha sido una gran alegría tropezarme en la vida con él en una edad en que uno cree que ya tiene más o menos hechos los amigos, bueno, pues entonces coincides con Juan y te das cuenta de que te faltaba y no lo sabías. Nos tropezamos por casualidad hace unos veranos, impartiendo unos talleres de literatura a jóvenes andaluces. Dábamos cuatro horas diarias cada uno. Él, poesía por la tarde, y yo narrativa por la mañana. Los chicos le adoraban. Y yo también, hicimos una maravillosa amistad. Las comidas, las cenas, los paseos, la calidez de Juan. No os lo perdáis, leed sus novelas y sus poemas, merece la pena.

Nos hemos visto por última vez en Huelva, con motivo del Festival de Cine Iberoamericano, donde se proyectó fuera de concurso El corazón de la tierra, una estupenda película, del director Antonio Cuadri, protagonizada, entre otros, por Joaquim de Almeida, y basada en una novela de Juan, donde encontraréis una hermosa historia de amor a las Minas de Riotinto cuando eran explotadas por los ingleses y las clases sociales estaban desgarradas.

Y acaba de salir y de ser aplaudido por la crítica su último libro, tras once años sin publicar poesía, Biografía impura (Fundación José Manuel Lara). Hermosos versos que giran en torno al niño, el adolescente, el joven y el poeta que Juan es y en que nos convertimos todos en cuanto leemos:

Un poeta no debe en primavera
cruzar solo la tarde de los parques.

Bajo las ramas se abrazan las parejas
y la yerba humedece.

No debe pasear
en primavera solo por los parques.

Hay nubes lanceoladas, vuelos, restos
de amor usado ya en la tierra, y las lilas,
tan suaves las lilas, cómo hieren.

En primavera es peligroso el mundo.

Clara Sánchez
El Boomeran(g)

jueves, 3 de diciembre de 2009

Juan Cobos Wilkins lidera un encuentro con los clubes de lectura

01.12.09

El escritor onubense Juan Cobos Wilkins, autor de 'El corazón de la tierra' y 'El mar invisible', visitó el sábado la ciudad para participar en el Encuentro provincial de clubes de lectura de Cádiz, que se celebró durante toda la mañana en el Palacio de Congresos. «Fue muy emocionante», recuerda el autor, «al principio hice un repaso a mis novelas pero luego di una sorpresa a los lectores al leer algunos poemas de mi nuevo libro, 'Biografía impura'».

Hace once años que Cobos Wilkins no publicaba nada de poesía, ya que sus experiencias literarias han estado más centradas en la prosa. «Al final de la lectura, empezaron las preguntas y el coloquio», apunta el escritor de 'Mientras tuvimos alas', que se mostró emocionado con las palabras de sus seguidores. «Una señora mayor me dijo que había sido educada en la represión, asustada ante todo lo que se salía de la norma. Me comentó que se había leído 'El mar invisible' y que tras leer la historia de este preso político homosexual lo único que dijo en su club fue '¡viva el amor!'. Era la primera vez que se enfrentaba a algo así y la primera vez que decía algo en público y todo el mundo la aplaudió. Me dio las gracias, pero se las di yo a ella. Fue muy especial».

Cobos Wilkins confiesa estar entusiasmado también porque los presos de la cárcel de alta seguridad de Huelva le hayan puesto su nombre a su club de lectura. «Les mandé un saludo el sábado y resulta que había también en la sala algunas presas de Cádiz. Con estas cosas te das cuenta que la literatura sí que sirve para algo».

El escritor onubense reconoce que «el contacto con los lectores te abre una mirada al valor y el significado de la palabra».

La Voz Digital (Cádiz)