Entrevista a Pipo Fernández
-Fue el encargado de realizar la foto fija en el 'El corazón de la tierra'. ¿Cómo fue rodar con Antonio Cuadri?
-Cuadri es cojonudo, muy gracioso y espero seguir trabajando con él. Y no lo digo porque estemos en Huelva y él sea de Trigueros, ¿eh? Es un señor excepcional. Es, aparentemente, un caos de locura, pero cuerdo en todas sus acciones.
-¿Había trabajado antes con él?
-Sí, en 'La gran vida' (2000), una peli que hizo con Salma Hayek y Carmelo Gómez. He leído por ahí que tenía otro proyecto con Juan Cobos Wilkins... Cuadri es un luchador, aunque tampoco ha pegado un pelotazo en su vida. Ha tenido mala suerte porque sus películas no se han promocionado lo suficiente.
-¿Qué se debería haber hecho?
-Haberle dado más cancha, más publicidad, haber informado más a la gente sobre el Año de los Tiros, que no deja de ser un pasaje de nuestra historia...
-Además, hicisteis una exposición sobre la película que se llamó 'En el corazón de Huelva'.
-Sí, sí. Estuvo pasando por los pueblos por los que se estuvo rodando, por Trigueros, Nerva, Linares de la Sierra, Riotinto, Huelva. Me gustaría donar las fotos para que se quedaran en el museo de Riotinto antes de que se olviden en algún cajón.
-Que queden ahí esas imágenes para la historia.
-Claro, para que la gente que vaya a ese museo pueda ver la recreación del Año de los Tiros. Mejor que ahí no va a estar en ningún lado.
-De todo lo que ha visto en la provincia de Huelva, ¿con qué se queda?
-Yo conocía hasta entonces la parte frívola de Huelva, porque he fotografiado a Rocío Jurado varias veces en la romería del Rocío. Con el rodaje descubrí esa otra parte. Estuve casi 14 semanas en Huelva y me pilló una primavera muy bonita, aluciné. Primero en Matalascañas, luego en Almonte, y luego en la Sierra y los pueblos mineros.
-¿Con qué alucinó?
-(Risillas) Con los cerditos. Me sorprendió que estaban casi en libertad y yo pensaba, esto pasa en Madrid y se roban todos los cerdos (más risas). Roban los patos los chinos para hacer chop suey, así que imagínate. Me sorprendió esa estampa. También me encantó Linares de la Sierra. Ahí descubrí una de las mejores cosas que me ha pasado en mi vida alimenticia.
-¿Qué fue?
-La pluma. ¡Qué rico, por Dios! Conocía el secreto y la presa, pero la pluma... Yo soy carnívoro. El jamón ya lo había probado antes, por eso no me sorprendió.
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