- ¿Después de una trayectoria extensa en el campo de la poesía y cuentos por qué decide dar el salto a la novela?
- Mis primeros libros fueron de poesía, pero paralelamente he cultivado la prosa. De hecho, mi primer libro de relatos, «Escrito en Irene», se publicó en Córdoba, de la mano de Pedro Roso en la colección Cuadernos de Albenda. Sin embargo es cierto que «El corazón de la tierra» es mi primera novela. Yo sentí que tenía contraída una deuda con mi tierra, conmigo mismo y con mis ancestros. Cuando tenía 11 años escuché por boca de mi abuelo los acontecimientos que dan origen al libro. Las revueltas de las minas que eran explotadas en condiciones terribles por una compañía inglesa. Se calcinaba el mineral al aire libre y las nubes que se producían eran tan enormes que llagaban hasta Portugal. Me prometí a mi mismo que si algún día era escritor contaría esa historia.
- ¿Por qué ha tardado tanto?
- Porque era de gran importancia para mí. Tenía que estar bien documentada y debía velar mis armas literarias para hacerlo bien. No quería malgastar una historia que no me pertenecía. Deseaba sacar a la luz las voces acalladas y silenciadas de los mineros. Lo que narro en el libro sucedió de verdad y siempre ha estado oculto.
- Porque era de gran importancia para mí. Tenía que estar bien documentada y debía velar mis armas literarias para hacerlo bien. No quería malgastar una historia que no me pertenecía. Deseaba sacar a la luz las voces acalladas y silenciadas de los mineros. Lo que narro en el libro sucedió de verdad y siempre ha estado oculto.
- ¿Imaginaba que iba a tener tanto éxito?
- No. Con un libro de poemas se vende como mucho mil ejemplares. Me ha sorprendido porque es un libro nada complaciente con el mercado actual. Habla de la belleza de la rebeldía y la rebeldía de la belleza. También de la dignidad y la honestidad. No hay misterios extraños, no se desarrolla en el siglo XXI, sino en el XIX, es dramática y los protagonistas no están enganchados como perros durante toda la novela.
- Aunque cuenta algo que sucedió en 1888 su temática es plenamente actual.
- Claro. Cuenta la historia de una compañía que hace algo que no está permitido en su país. En 1888 hacía ya más de un cuarto de siglo que el Parlamento británico había prohibido la calcinación de mineral al aire libre. Habla también de la utilización de mano de obra barata, de la explotación laboral de los niños, de las mujeres, de la compra de voluntades políticas. Todo eso está sucediendo ahora en países de África, de Latinoamérica o de Asia. En aquellos momentos Andalucía era el Tercer Mundo.
- Siendo un escritor tan polifacético. ¿con qué género se siente más a gusto?
- Soy de Huelva. Una tierra que tiene jamón y gambas, que tiene fresas y pescado. ¿Por qué voy a renunciar a cualquiera de estos manjares pudiendo disfrutar de todos ellos?.
- El libro se ha llevado a la gran pantalla. ¿Está contento con el resultado?
- Desde el principio Antonio Cuadri y yo tuvimos claro que una cosa es la película y otra el libro. La película es fiel al espíritu del libro pero no a la letra. Recoge el tronco genealógico de la historia pero va por otros derroteros. Sí tengo que decir es que Antonio Cuadri ha hecho un magnífico trabajo con los paisajes, que conmueven. Cuando se estrenó en Estados Unidos nos preguntaron si las minas tenían efectos especiales y cuánto había costado tintar el río de rojo.
VIRGINIA V. J.
ABC Córdoba