Ahora Antonio Cuadri presenta su tercer largometraje, el Corazón de la Tierra, en el que narra la matanza de Riotinto, en la que soldados españoles disolvieron a tiros una manifestación en contra de las explotaciones mineras de los ingleses en Huelva, que hacía trabajar a la gente desde niños, y en condiciones nada salubres.
Protagonizan la película la colombiana Catalina Sandino Moreno (María, Llena eres de Gracia) y Sienna Guillory (Eragon, Resident Evil: Apocalipsis).Antonio nos habla sobre la película y los acontecimientos que originaron la historia:
¿Por qué te interesó adaptar al cine la novela de Juan Cobos Wilkins?
Por el potencial visual de la cuenca minera de Huelva. Por ser un hecho histórico ocultado por la historia oficial hasta ahora. Por la actualidad de su fondo social (contaminación, toma de conciencia ecológica, explotación infantil, supremacía de los intereses del dinero sobre los derechos humanos, etc).
Yo de niño, en Huelva, oía hablar de “El año de los tiros” con mucho misterio. Era algo que había pasado en Riotinto pero sobre lo que existía un secreto de leyenda.
Cuando Juan Cobos Wilkins me contó la base histórica de su novela, que estaba terminando de escribir, a finales del año 2000, yo decidí comprarle los derechos para el cine, antes incluso de que se publicara. Fue un impulso muy fuerte, muy emocional, porque creo que las películas deben contar cosas interesantes.
Además de tener la novela como base, ¿realizaste alguna investigación paralela para desarrollar los personajes y la trama de la película?
La novela me sirvió como inspiración. No es una adaptación fiel al libro. Sobre los hechos de “El año de los tiros”, magistralmente reflejados en la novela, introduje para el guión de cine nuevos personajes y una historia de amor y amistad que potencia la historia. El Corazón de la Tierra, como el libro, cuenta con un fuerte protagonismo de las mujeres.
¿Cómo seleccionaste a los miembros del reparto internacional para dar vida a los personajes y cuál fue la experiencia rodando con ellos?
Fueron gestiones y negociaciones que duraron muchos meses (después de cinco años de trabajo muy duro sobre el guión y la producción). Los seleccioné basándome fundamentalmente en su gran calidad como artistas y, sobre todo, en sus miradas, en sus ojos.
Trabajar con ellos ha sido una experiencia muy buena. Todos son altamente creativos, agradecen que se les dé libertad y se les apoye en todo momento y lo que se recibe de ellos es mucho. Son pura vida para sus personajes.
¿Ha sido difícil rodar en inglés con actores españoles?
En general no. A veces hay frases donde la pronunciación es vital para el ritmo de la escena y para el contenido exacto, pero para ello están nuestros magníficos asesores que cuidan perfectamente de este asunto. Nuestros actores, en Andalucía y fuera de ella, tienen hoy en día una muy buena formación. Estoy muy contento con el trabajo de todos. Para muchos de ellos ha sido su primera experiencia de actuar en inglés y lo han hecho muy bien.
Háblanos de las espectaculares localizaciones donde tuvo lugar el rodaje y de su importancia como trasfondo histórico del filme. Cuéntanos también la implicación del pueblo de Riotinto en el rodaje y el significado que tiene para ellos ver su pasado en imágenes.
Tengo amigos en los EEUU que, al ver la película, me preguntaron si me había ido a Australia a filmar. Sólo puedo deciros que esos lugares donde hemos rodado son impresionantes. Hay que verlas, en la película y en vivo. Hay sitios como Zaranda o Corta Atalaya, por ejemplo que son alucinantes: uno no sabe si está en un paisaje de la prehistoria o en el año 2500 después de una guerra nuclear.
Es una experiencia visual impresionante. Ojala el futuro de la cuenca minera en Huelva se nutra de un turismo cultural que sea beneficioso para todos. Pienso muchas veces que es una pena el dinero que se gasta mucha gente en visitar parques temáticos de cartón-piedra cuando Riotinto cuenta con una de las ofertas de turismo cultural más atractivas de Europa.
En cuanto a la implicación del pueblo, era emocionante ver a la gente, en las escenas de la masacre, cómo se me acercaban emocionados para decirme que ellos estaban allí no por el jornal que les daban, sino por la memoria de sus gentes.
Esta historia nació allí. Juan Cobos Wilkins la convirtió en novela y ahora es una película que refleja algo que conmovió a toda una comarca y que más que nunca tiene una vigencia global y muy actual.
Por qué consideras que los valores que defiende la película son universales y que los conflictos que describe están vigentes hoy en día?
El Corazón de la Tierra defiende y plantea el valor universal de la amistad y la lealtad entre los seres humanos, pero también el compromiso y el valor del que a veces hay que echar mano para defender lo que somos y en lo que creemos.
El telón de fondo de la historia es Andalucía, colonizada por una compañía inglesa que contamina con sus hornos al aire libre toda una comarca de más de 100 kilómetros a la redonda. Lo más curioso es que ya en esa época, 1888, el parlamento británico había prohibido esa forma de calcinación al aire libre en toda la Gran Bretaña, por eso la compañía inglesa se estableció en el norte de Huelva, para obtener unos beneficios que ya no podía obtener en su país. A cambio de eso, se contaminaba el aire, los ríos, y miles de mujeres, hombres y niños de esta zona. Las condiciones de trabajo eran miserables: A partir de los 9 años los niños dejaban la escuela para trabajar en la mina al aire libre más grande del mundo.
En este contexto, mineros, agricultores, ganaderos y gentes de todas partes se unieron el sábado 4 de febrero de 1888 junto a Maximiliano Tornet en una Manifestación en la plaza de Riotinto. Maximiliano era un revolucionario, llegado de Cuba unos años atrás, que concienció y puso de acuerdo a todas esas fuerzas políticas, sindicales y populares para llevar a cabo la que se conoce como la primera manifestación ecologista de la historia. Aquella marcha pacífica sobre la plaza para pedir mejoras en las condiciones de trabajo y la prohibición de las “teleras” fue criminalmente disuelta a tiros por soldados del ejército español llegados por orden del gobernador, hombre muy dócil a los dictados de la poderosa compañía, que, entre otros, tenia también en nómina al alcalde de Riotinto).
Los cadáveres (según algunos historiadores pudieron ser más de cien) nunca aparecieron. Esta masacre nunca existió oficialmente. Aunque el parlamento español prohibió ese mismo año las teleras, siguieron ardiendo y contaminando la zona durante cerca de veinte años más.
Si analizamos estas circunstancias vemos, efectivamente, que 120 años después de ese terrible “año de los tiros” la contaminación, el crecimiento de la conciencia ecológica en la gente por el cambio climático, la explotación infantil -ya no en Europa, pero sí en otros continentes- o el uso de la violencia para defender los intereses económicos por encima de los intereses humanos, desgraciadamente son problemas que siguen existiendo hoy en día. Algunos de ellos quizá no sucedan en el patio de nuestra casa, pero la toma de conciencia sobre los problemas que afectan hoy al mundo, es global. Ahora, si hacemos un “apagón eléctrico” para hacer notar nuestra preocupación por el cambio climático, nadie nos dispara, pero sigue habiendo demasiada gente en Asia, América Latina o África que no vive como nosotros. El Corazón de la Tierra muestra un estado de las cosas que sigue siendo una lamentable y vergonzosa realidad en muchas partes del mundo.
Tenemos entendido que la película cuenta también con grandes dosis de suspense y aventura.
El film apuesta por el ritmo y la aventura. Además, la historia está hilada con tramas emocionales y sociales, de manera que ofrece a los espectadores un espectáculo visual impactante que apela al corazón del público. Deseo que guste a todos y creo que gustará especialmente a las mujeres.
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