sábado, 11 de febrero de 2012

Los viejos humos del ferrocarril

  • Las locomotoras de vapor funcionando más antiguas de España, en Riotinto

  • Dos locomotoras de 1875 y 1883 siguen funcionando tras casi 140 años

  • La historia del ferrocarril está ligada, en España, a la historia de la minería

  • La compañía tuvo 147 locomotoras de vapor, 141 de construcción británica

  • El patrimonio ferroviario de la cuenca minera fue declarado BIC en 2005

  • La Fundación recuperó varias locomotoras para el Museo y el tren turístico


  • Aún lucen saludables, pese a su edad. Más de cien años y todavía bufan lozanas, sin nadie que les haga sombra. Son de otro tiempo, de un tiempo que hacen presente cada primer domingo de mes, entre octubre y mayo, en Huelva.

    Las locomotoras de vapor más antiguas en orden de marcha en España aún circulan por la red ferroviaria del Parque Minero de Río Tinto. Si ahora pasean a los turistas, en otra época cargaron toneladas de mineral en dirección al muelle de Huelva, trasladaron a los obreros de una corta a otra, o ayudaron a otras locomotoras a maniobrar en la estrechez de la mina.

    La historia del ferrocarril en España está ligada a la historia de la minería. En Gijón, en Barcelona, en Bilbao... También en Huelva. En 1873 se constituyó en Londres The Rio Tinto Company Limited e inmediatamente comenzó a construirse un trazado ferroviario que uniera la cuenca minera con el puerto de Huelva para poder transportar el material extraído. Se utilizó el sistema de vía estrecha que los británicos habían usado en sus colonias en la India, Suráfrica o Australia. Y ese trazado ha estado en uso hasta hace bien poco.

    El 28 de julio de 1875 viajó el primer tren desde Huelva a Riotinto. Y en ese mismo año se construyó en las instalaciones de la Beyer Peacock & Co. Ltd. de Manchester la locomotora de vapor clase C número 14 que todavía hoy funciona en el ferrocarril turístico de Riotinto.

    En un primer momento, la locomotora estuvo destinada a la vía general, que unía la cuenca minera con el puerto de Huelva, tirando de hasta 25 vagones de mineral de 10 toneladas cada uno. A la 14 se le incorporó un tender (depósito) de carbón en forma de pantalón, característico de las locomotoras de la compañía.

    Dos locomotoras: la 14 y la 51

    Son dos las locomotoras de vapor que están en funcionamiento en el Parque Minero de Río Tinto, restauradas por la Fundación Río Tinto, creada en los años 80, con el objetivo, entre otros, de rehabilitar el patrimonio ferroviario minero.

    En 1994 la Fundación puso en funcionamiento el Ferrocarril Turístico Minero, en un primer momento sólo con tracción diésel. Tres años más tarde se incorporó a esta atracción una locomotora de clase I, construida por la compañía escocesa Dübs & Co. Glasgow Locomotive Works en 1883, la número 51 de la compañía minera, a la que también se le acopló un tender de carbón en forma de pantalón. Y en 2003 fue la número 14 la que volvió a quemar carbón.

    La compañía minera de Río Tinto llegó a tener un parque móvil sólo superado en España por el de Renfe. En este sentido, tuvo 147 locomotoras de vapor -todas, menos seis americanas, de construcción británica-, 9 locomotoras diésel hidráulicas, 21 eléctricas y 1 de aire comprimido. Todas estas máquinas están perfectamente catalogadas y sus planos y demás documentación custodiados en el Museo Minero de Riotinto.

    Los números -el 14 y el 51, por ejemplo, de las dos locomotoras de vapor que se encuentran actualmente en uso- corresponden al orden en que la compañía las fue adquiriendo. Estas locomotoras funcionaron durante todo el tiempo en que The Rio Tinto Company Limited fue propietaria de las minas e incluso a partir de 1954, cuando éstas pasaron a manos españolas. Dejaron de funcionar en los años 70, cuando la actividad de la mina quedó definitivamente paralizada.

    Además, la Fundación rehabilitó las locomotoras 106, de la clase K, y la 150, de la clase N, que tiene expuestas en el Museo Minero. Y en distintas fases del proceso de restauración -algunas sólo en proyecto- se encuentran otra cinco. El parque móvil ferroviario conservado por la Fundación Río Tinto fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía en 2005.

    Museo Ferroviario

    Aquilino Delgado, director del Museo Minero de Rio Tinto y autor del libro 'Ferrocarril Turístico Minero. Paradigma de buenas prácticas en la rehabilitación del patrimonio ferroviario y su posterior puesta en servicio turístico', explica que a partir de 1968 y sobre todo a partir de 1984, cuando la línea ferroviaria dejó de funcionar definitivamente, buena parte del trazado fue objeto de saqueo. En sus intentos por salvar del expolio el patrimonio ferroviario, en 1973 la compañía Explosivos Río Tinto creó un Museo Ferroviario, coincidiendo con el centenario de la construcción de la línea.
    En 1987 se crea la Fundación Río Tinto, que le da un impulso definitivo al ferrocarril minero, al rehabilitar el patrimonio móvil y la infraestructura y poner en funcionamiento el tren turístico, que comenzó a funcionar el 4 de noviembre de 1994.

    El encanto que envuelve a las locomotoras de vapor, su olor, el sonido y hasta el humo que sale a bocanadas por la chimenea, no es, es obvio, el de las locomotoras diésel que tiran habitualmente del ferrocarril turístico minero. "El primer domingo de cada mes, que salen las de vapor, el recorrido que hace el tren es sensiblemente más corto que el que hacen las locomotoras diésel; y menos bonito, desde el punto de vista paisajístico", aclara Aquilino Delgado. Y la explicación es de carácter medioambiental.

    Las posibilidades de que una pavesa de la caldera salte de la locomotora y prenda la vegetación del entorno son, ciertamente, escasas. Pero el riesgo está ahí. Y el recorrido del tren turístico, una vez que abandona la zona minera e industrial propiamente dicha, se adentra en el parque natural del Río Tinto, por donde las locomotoras de vapor no pueden circular.

    Por esta razón, explica Aquilino Delgado, la de vapor sólo funciona un domingo de cada mes. "Lo que se pierde desde el punto de vista paisajístico se gana por el encanto de subirse a un tren tirado por una locomotora de casi 140 años de antigüedad".

    También un par de vagones de los que tira la locomotora tienen la misma edad. "Se usaban para transporte de personas, para llevar a los trabajadores al tajo o a los hijos de los mineros a la escuela", señala el director del Museo Minero. Otros vagones se han construido recientemente pero a imagen y semejanza de sus hermanos mayores. Con el encanto de la madera y el freno de manivela.

    Ignacio Díaz Pérez
    El Mundo