miércoles, 9 de mayo de 2007

Juan Cobos: "Los oyentes de poesía de hoy son una especie protegida como el lince"

"Ser oyente de poesía a las cinco de la tarde en mayo es para declararlos especie protegida como el lince o el abejaruco". Así retrató el poeta Juan Cobos Wilkins a los más de cincuenta espectadores que acudieron a la primera lectura del IV Festival Internacional de Poesía Ciudad de Granada que tuvo lugar en el Palacio de los Condes de Gabia. Rompieron el hielo -ayudados por los más de treinta grados- Norberto Salinas (Costa Rica), Juan Carlos Orihuela (Bolivia), Benjamín Prado y Juan Cobos Wilkins (España) y Roberto Arizmendi (México).

Pero no eran los únicos poetas presentes en la sala; también estaban en el patio de butacas Luis García Montero, Álvaro Salvador o Juan Carlos Rosales. Al comienzo del recital, Roberto Arizmendi propuso "invertir de nuevo el Universo" con su poema Sueño de abril, que continúa con "quiero permanecer en tu regazo, entre tus piernas siempre".

Además, el recital sirvió para hacer un recorrido por los diferentes acentos a la hora de leer poesía en castellano. Así, el inconfundible mexicano dio paso al dulce acento boliviano de Juan Carlos Orihuela, quien en su poema Cíclope dice "estar de regreso a las legumbres, al coito, a las arañas...". Otro acento, otro viaje dentro de Hispanoamérica y otro poeta, el costarricense Norberto Salinas. Con sólo dos libros en su haber -"me cuesta mucho escribir"-, dedicó sus primeras palabras a su hija Mónica, ya que "pensé que nunca iba a tener una hija y cuando nació creía que no era mía, pero cuando vi sus manos observé que tenía los mismos trazos que yo". Y tras hablar de la "irreverencia de ser negro" de su poema Fergusson, dedicado a un amigo muerto por la violencia racista, comparó los sueños con las "bengalas en el aire".

Siguió Juan Cobos Wilkins con el poema más aplaudido de la tarde, Un adolescente abre la cremallera, con "las nubes que se escapan entre sus raídos pantalones vaqueros" y el "roce del verbo con el vello". Otro escalofrío a más de treinta grados de temperatura vino con Un poeta visita a otro poeta en un hospital, "blanca ballena varada, que descompone en su vientre la vida". También fue celebrado Un joven se prepara la cena, "una lata de algo, que suele ser de atún".

Por último, Benjamín Prado -presentado como "un rockerillo"- tocó la fibra más sensible de los presentes con El poeta, donde Prado confiesa que "mi amor me dijo un día, no olvides que te quiero, y olvídate de mí".

En resumen, al Festival de Poesía no le costó ayer entrar en calor.

Versos para comenzar. El primer recital poético del Festival contó en el Palacio de los Condes de Gabia con Norberto Salinas (Costa Rica), Juan Carlos Orihuela (Bolivia), Benjamín Prado y Juan Cobos Wilkins (España) y Roberto Arizmendi (México).

Granada Hoy