En la expresiva mirada de Antonio Cuadri, tan profunda como la Corta Atalaya, se esconde un brillo de emoción que difícilmente oculta el director triguereño al hablar de El corazón de la tierra. La cinta "está siendo todo un acontecimiento en Huelva, y también en Andalucía". El apoyo recibido por la prensa y entidades como la Caja de Ahorros El Monte "me impulsa a seguir adelante con otros proyectos" y le pone el vello de punta pensar que "en el resto de España también está funcionando bien, a pesar de la dura competencia de los estrenos norteamericanos".
Aunque su madre quiere que "me tome unas vacaciones y me vaya un par de semanas a Trigueros para que ella me cuide", Cuadri ya está pensando en el futuro. "Huelva es una generadora de historias excepcional, por ello, Juan Cobos Wilkins y yo vamos a hacer otra película juntos, ya estamos trabajando en ello, basada en esta ocasión en una historia de Trigueros", revelaba en primicia para este diario. Sería algo a la inversa, "porque es probable que del guión de la película él genere algún material literario".
Había leído la poesía de Wilkins pero el tándem, epicentro originario de El corazón de la tierra, "nació en 2000, en el Festival de Cine Inédito de Islantilla, donde coincidí con él y con Vicente Quiroga. Yo, que había oído hablar del Año de los Tiros, escuché el relato pormenorizado de Juan y le vi ingredientes de vigencia y actualidad. Vi que era una página secuestrada de la historia de Huelva que había que recuperar en el cine a través de El corazón de la tierra".
Y desde entonces "ha sido una colaboración extraordinaria, sin ninguna arista y con un gran entendimiento personal".
La película de Antonio Cuadri "se inspira en el libro y, aunque es distinta de la novela, no defrauda a los lectores. Conserva el ADN dramático y el protagonismo femenino que también tiene el original".
La explosión emocional del estreno en Riotinto "será inolvidable para mí, la gente estaba emocionada de ver esta historia tan sentida y tan querida. Por unas horas, Riotinto se convirtió en la capital de Huelva. Es hermoso que una película sirva para devolver la ilusión a una comarca tan castigada como la Cuenca Minera y que ahora, con este estreno, esté viviendo una recuperación".
En esta primera proyección de la película en España "estuvo mi madre". Para Antonio Cuadri "fue muy importante que ella quisiera estar presente allí conmigo. Compartir ese instante con ella y con otros muchos figurantes de Trigueros ha sido extraordinario, emocionante".
Todo ha quedado en casa: la novela, el director, los extras, los escenarios... "Era impresionante ver con la entrega y la pasión con la que rodaban las escenas los extras. Ése fue el gran regalo del rodaje, que compensó el calor, el polvo de la mina... Todo valía por esta gente buena que aplaudía toma tras toma". Recuerda con cariño que uno de los figurantes se hirió en el codo "y no quiso que le limpiaran la sangre; quería que su sangre estuviese ahí, en la pantalla, aunque fuera en una gotita, porque sus antepasados habían dado de verdad la suya".
En clave más frívola, saca Cuadri del anecdotario de la cinta que "al rodar la explosión en la mina, en una secuencia en que Joaquim de Almeida vuela por los aires, todo el equipo estaba tan concentrado en que los trucos salieran bien que nos habíamos olvidado de ponerle una colchoneta. Él se levantó y empezó a gritarnos: "estáis todos locos como una puñetera cabra".
Está orgulloso de sus actores, todos de primera línea internacional, y "te aseguro que todos ellos han cobrado la mitad o la tercera parte de lo que suelen cobrar porque querían solidarizarse con devolver esta página de la historia a Huelva".
De todos los espectaculares fotogramas de El corazón de la tierra, el cineasta se quedaría con aquel en el que "las niñas están correteando por la playa de Mazagón; tiene una gran dosis de poesía".
El oscarizado director de fotografía Vitorio Storaro finalmente no participó en la película porque "aunque estuvo buscando las localizaciones con nosotros, una película que se había retrasado y para la que estaba contratado coincidió nuestro rodaje".
Si hay algo que caracteriza a Antonio Cuadri, es su sencillez, su cercanía y su transparencia, carente de vanidad. No busca grandes premios, sólo contar historias, y si son de su tierra mejor que mejor. "El Oscar ya me lo ha dado Huelva. Es muy difícil hacer entender a la gente de fuera de esta provincia que aquí hay un espíritu crítico sin cáscara que puede llegar a ser demoledor. Por tanto, no cambiaría un Oscar por la emoción y el agradecimiento que veo en la gente de esta tierra. Me doy por premiado con la maravillosa reacción de todos ellos", confiesa con la mano en el corazón.
Para todos aquellos que se sientan atraídos por este episodio de la historia onubense, el Museo Provincial acogerá desde el martes 24 de abril una exposición de fotografías del rodaje, obra de Manuel Carmona y organizada por la Fundación El Monte. Y si hay ganas de más, llene las salas de cine.
Raquel Rendón
Huelva Información